El día de hoy escribo en una hoja de papel, con una pluma BIC de tinta negra. ¿La razón? Ante mis ojos, la mayor tormenta eléctrica que he visto en mucho tiempo. Se fue la luz probablemente en toda la colonia.
Hace años que no me ponía a escribir a la luz de las velas y la verdad es que me fascina mover la muñeca a lo largo de los renglones del cuaderno, pensar como se desliza el "pointball" sobre el papel.. Además entre cada "flashazo" que alumbra al cielo cargado de gotas, me voy imaginando miles de cosas.
De pronto, me siento como una doncella de antaño, escribiendo sobre un pergamino. Pluma en mano y tintero a un lado, la luz del candelabro y la lluvia torrencial que se asoma por la ventana del castillo con olor a tierra mojada.
Por otra parte me pongo a pensar: ¡Qué cosas tiene que hacer la naturaleza para llamar nuestra atención! Qué dañáda está nuestra capacidad de asombro para que necesitemos una deslubrante tormenta para apagar el televisor, la computadora y quedarnos así, a oscuras, como antes, tan solo con el sonido del agua, solos con nuestros pensamientos.
2 comentarios:
hey!
ya lo leí
de pronto te imaginé escribiendo a la luz de las velas, y también reflexioné un poco sobre eso...
de hecho cuando escribo algo, cuento o lo que sea, primero lo hago con pluma y papel para después pasarlo a word...en la compu me distraigo un chingo
Wow!! Carlis... todo un mundo por explorar en tu página... ¡Felicidades little storm!! Hiciste que me acordara de que la capacidad de asombro no debe dejarse morir NUNCA!
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