lunes, junio 21

Me late.




Para festejar estas épocas del día del padre, una anécdota que me pasó con el mío.

La semana pasada, acompañé a mi papá al súper y que me encuentro con un cubículo de pronósticos para la asistencia pública, o sea: Melate. Y ya saben con los rumores de que HAY NO SE CUANTOS MILLONES... y todo eso. Bueno, pues yo confiadísima de que la suerte estaba de mi lado, no sólo compré uno para mi, si no que le disparé otro a mi papá. Mi viejo me explicó el procedimiento y ahí me tienen tachando los cuadritos que me dictaban las corazonadas del instante. Y mi papá tan tranquilo llenando su hojita como si ganarse millones fuera cosa de todos los días.

De regreso, en el coche a mi no me paraba el pico de todo lo que iba a hacer si ganaba. Acabar de estudiar francés, meterme a clases de arte, abrir mi galería, viajar por el mundo, pagar mis deudas. Después mi nivel de chaqueta mental subió un poco más. Abrir una editorial, construir una casa sustentable increíble y repartir unos millones entre mi familia. Y al ver que aún así me sobraría 'vario' millón, subí un puntito más. Organizarme una boda tipo festival de Glastonbury, irme a vivir a Europa, bueno hasta comprarme un avión (ese no lo pensé yo, lo escuché de alguien más que sí gano poquito del Melate). El punto es que ya me hacía yo más que ganadora de un sorteo, como familiar de la realeza o de Slim.

Y déjenme decir que aunque estuvo muy divertido el ejercicio, todo se me vino abajo en se-gun-dos. Me metí a internet, llené unos datos, di click y salió: lo sentimos su combinación no es ganadora. Así nomás. En instantes me decían que mi combinación no era ganadora, que no iba a tener casita sustentable, ni editorial, ni nada. Todo el tiempo que soñé se fue a la basura por no escoger bien mis números.

¿O no?

Yo aún quiero hacer todas esas cosas. A excepción de darle unos millones a mi familia (porque no creo tenerlos) y comprar un avión, ¡de verdad quiero hacer todas esas cosas! ¿Que si el dinero me lo facilitaría? Sí. ¿Que si es la única forma de lograrlo? Pues quien sabe. A eso venimos a esta vida, ¿no?

Y regreso a mi papá. Sin querer parecer película de Disney, pero es que nunca se me va a olvidar esa carta que me hizo para uno de mis encuentros de primaria en el Ciencias y decía algo así: "Nunca dejes de soñar, porque todo lo que existe en el mundo que conocemos, pasó primero a través de los ojos de un soñador".

Por eso recomiendo ampliamente, que juguemos un Melatito de vez en cuando para ventilar nuestra cabeza y soñar con los pies bien plantados en la tierra.

PD. Feliz día a todos los padres y papacitos.

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